domingo, 17 de diciembre de 2017

Aprender con tareas en la enseñanza a distancia.

La enseñanza de adultos en el contexto de la educación a distancia requiere del empleo de sistemas basados en el autoaprendizaje, siendo la realización de tareas un mecanismo idóneo para el logro de objetivos que apuntan a la amplia diversidad de competencias implicadas en enseñanzas como la educación secundaria o el bachillerato.

Es una práctica habitual en los procesos de evaluación buscar la explicación de los resultados en factores intrínsecos como son las capacidades, las dificultades de las materias o las circunstancias de disponibilidad para el estudio. Y aunque dicha interpretación debiera conducir a la atención a la diversidad y a la aplicación personalizada de medidas de refuerzo, acaba  allanando el camino de la rebaja del nivel de exigencia, el medio más sencillo y patente que encuentra el docente para la aparente mejora de los resultados, muchas veces desbordado por la falta de recursos de control y la tozudez de unas circunstancias que escapan a su control.

Sin embargo, existen otros factores que suelen pasar desapercibidos y que resultan determinantes para el desarrollo de un buen desempeño formativo. Más aún en un contexto de adultos, en el que tanto pesan la madurez personal, la experiencia y la responsabilidad. Son los que se refieren a los hábitos de estudio. 

Entiendo que la puesta en práctica de una buena organización temporal, la perseverancia en el trabajo y la aplicación de técnicas racionales de estudio pueden ser, en numerosas ocasiones, más decisivos que las mejores o peores condiciones de partida. Desde mi punto de vista, los mayores aliados del fracaso son la inconstancia, los sistemas de estudio basados en la comodidad y el miedo al desafío, y las falsas expectativas que genera la ilusión de la competencia, verdadero talón de Aquiles del conocimiento en la era de las TIC.

La atención docente en este sentido requeriría dar más peso a la carga de trabajo destinada a la presentación de contenidos y tareas, la oportuna secuenciación de cuestionarios y actividades complementarias, la dinamización de los foros, etc., y a una atención a la diversidad que no ha de tener como premisa la rebaja de las exigencias. 

En este vídeo planteo una serie de recomendaciones, a modo de cuestionario, sobre la manera de afrontar la realización de las tareas. Con él, más que ofrecer recetas con soluciones de éxito asegurado, se pretende fomentar el interés y la responsabilidad por la búsqueda de esquemas de estudio eficaces, esquemas que uno mismo puede poner a prueba, valorar y ajustar racionalmente a sus propias circunstancias..


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